La noticia sacudió al país. Rodrigo Bueno, “El Potro”, la figura más exitosa de país en el año 2000, perdía la vida en un accidente automovilístico en las primeras horas del 24 de junio, bajo extrañas circunstancias. Todos los argentinos saben dónde se encontraban cuando se enteraron de la noticia. Era tan shockeante la información, inaudita podría decirse, que el mundo parecía frenarse.

El país lloraba no a un ídolo, sino a un ser querido más. Rodrigo Bueno nació el 24 de mayo de 1973 en la ciudad de Córdoba, y desde pequeño sintió pasión por la música. Grabó canciones infantiles, y luego, al dejar la escuela cuando era adolescente decidió dedicarse a tiempo completo al arte. Comenzó su etapa solista se tiró a un estilo melódico y romántico con el que tuvo poco éxito y en 1996 empezaría el gran fenómeno cordobés, con la edición de “Lo mejor del amor”, disco que lo llevó a participar de programas televisivos y hacer una gran gira por todo el país.

“La leyenda continúa”, “Cuarteteando” y “El Potro” tienen muchos de los himnos que hoy conocemos, pero en diciembre, todo explotaría con “A 2000”, disco grabado en vivo que fue un antes y un después del cuarteto. Durante el verano realizó 49 conciertos en nueve días, y el éxito crecía sin parar.

En abril cantó trece días consecutivos en el Luna Park y así se transformaba en el mayor ídolo de su tiempo. Con 27 años y aún mucho para darle a la música y a su público, Rodrigo vivió mucho, muy rápido, más veloz que los tempos de su música, y su llama se apagó fatalmente. Quedará en la memoria colectiva como el que llevó el cuarteto a todo el país, y hará bailar a millones cuando haya algo que festejar.