Con profundo fervor, una multitud participó, esta tarde, de la procesión en honor al Señor y a la Virgen del Milagro, y renovaron su Pacto de Fidelidad con los Santos Patronos Tutelares. El intendente de Salta, Gustavo Sáenz, junto a salteños, peregrinos y visitantes de otras provincias vivieron la celebración que todos los años reúne a una multitud de devotos.
La procesión inició a las 15.15 con la salida de la Cruz Primitiva desde la Catedral Basílica, luego lo hizo la imagen de la Virgen de las Lágrimas y momentos más tarde, del templo mayor, salió la Virgen del Milagro; posteriormente, el Señor del Milagro. El arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, encabezó la caminata, delante del Señor, mientras que el intendente Gustavo Sáenz, se ubicó detrás de la Virgen.
Los miles de fieles realizaron el recorrido por las calles de la ciudad hasta culminar en el monumento 20 de Febrero, lugar donde se ofició una invocación religiosa, que estuvo a cargo de monseñor Cargnello.
Durante la homilía, el arzobispo señaló: “el Señor nos ha regalado la experiencia de su cercanía que libera y dignifica, que salva y reúne. Los hermanos peregrinos venidos de la Puna, de los Valles, del Chaco y de la selva oranense, del sur y del norte, nos estimulan a descubrirnos caminantes. Todos somos caminantes que atravesamos la vida juntos compartiendo la fe. Juntos creciendo en la fe. Juntos como hijos de la Iglesia que es una, santa, católica y apostólica. Juntos en la Iglesia que camina en comunión, en sínodo”.
Y prosiguió diciendo: “amar a la patria haciéndonos cargo de los hermanos, es un compromiso ineludible que debemos asumir entre todos con apertura de corazón. En la compleja trama de nuestra vida social, nuestra presencia cristiana debe testimoniar la justicia y la misericordia. No excluyamos a nadie, seamos justos con todos y en toda nuestra vida”.
En su mensaje, entre otros conceptos, manifestó que “tenemos una deuda enorme con nuestros jóvenes y nuestros niños: mejorar la educación. Cada alumno o alumna es para un docente o para un responsable del bien común, un regalo que nos da oportunidad de pasar por la vida haciendo el bien. Aportar por el estudio, el esfuerzo y la superación personal, eso es transitar por el camino que nos lleva a un futuro más humano. Así lo hizo Jesús que experimentó el dolor al ver que la multitud estaba como oveja sin pastor, así nos lo pide Él”.
Expresó, además: “que los jóvenes no tengan miedo, con Jesucristo se recorre el camino marchando siempre hacia adelante. Con Él la vida tiene sentido. Cae la tarde de este septiembre, vamos a celebrar el Pacto. Señor gracias por mostrarnos al Padre. Permítenos recibir también hoy, con la novedad que transforma, a tu Madre, nuestra querida Madre del Milagro. Cómo no confiar si ella estuvo siempre delante de ti como estuvo al pie del sagrario para garantizar nuestro pacto de fidelidad. En su corazón ponemos nuestra vida, nuestra patria, nuestra historia. En su mirada nos reconocemos hijos amados del Padre y de Ella y hermanos tuyos. En su ejemplo nos inspiramos para caminar al lado tuyo, hacia adelante. Ya explota la primavera, es la Pascua salteña, es el Milagro”.
Tras las palabras del prelado, el pueblo conmovido renovó el tradicional Pacto de Fidelidad con el Señor y la Virgen del Milagro. Y una vez más, como ocurre todos los años, la multitud repitió: “Nosotros somos tuyos y tú eres nuestro”. Minutos después, y con los pañuelos blancos en alto, los presentes despidieron las sagradas imágenes que comenzaron su camino de retorno a la Catedral.
Servicios municipales
La Municipalidad colaboró con la recepción de peregrinos y también durante la procesión, poniendo a disposición personal de la Subsecretaría de Tránsito, Prevención y Emergencias, Control Comercial, como así también de Bienestar Animal. También las Secretarías de Obras Públicas y la de Ambiente trabajaron para que el Milagro se desarrolle sin inconvenientes.
