Nadia tiene 21 años y nació con una hipoplasia del nervio óptico, significa que su visión es muy reducida y limitante. Hoy con su familia sueñan viajar a Tailandia para realizar un tratamiento de células madre que cuesta 35.000 dólares. Pide la colaboración de los salteños.

“Mi hija nació con este problema pero nunca nos dijeron la causa. Cuando era una bebé notamos que sus pupilas se movían demasiado, le pasamos la mano para ver si nos seguía con la mirada, pero no lo hacía, ahí conocimos el diagnóstico”, contó su mamá en Tribu Urbana.

La joven contó que su papá en búsqueda de tratamientos llegó a un instituto en Tailandia, “mandó mails durante un mes, nos pidieron la historia clínica y luego nos dijeron que yo si califico para el tratamiento. No tenemos el dinero para viajar, pero yo sueño con ver el rostro de mi madre, sus ojos, ahora solo los veo como dos huequitos”, detalló.

La familia abrió una página de Facebook: no existe el tiempo ni la distancia para Nadia, allí quienes quieran colaborar lo podrán hacen mientras terminan de gestionar la apertura de una cuenta bancaria. “Los salteños son muy solidarios, espero que me ayuden”, sostuvo.

A pesar de sus limitaciones persigue día a día sus sueños. Está cursando el tercer año del profesorado y licenciatura en Ciencias Biológicas en la Universidad Nacional de Salta, “si bien voy más lento que el resto, estoy muy motivada. Para poder leer los textos me los tengo que acercar casi hasta tocar mi rostro, sino no puedo distinguir las letras”.

Finalmente contó que el tratamiento le daría la independencia que tanto sueña, el poder cruzar una calle sola, salir con amigas, leer y disfrutar al máximo la universidad y por sobretodo conocer el rostro de sus familiares.

Fuente: Informatesalta