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La nueva era de la selección argentina: de la captación de los “europibes” al llamado de emergencia a un lateral español

La nueva era de la selección argentina: de la captación de los “europibes” al llamado de emergencia a un lateral español

Pablo Maffeo, de 26 años, es la coronación del proceso de scouting que abrió la Albiceleste años atrás y localizó apellidos como Garnacho, Romero o Paz.

La nueva era ya está en marcha en la selección argentina. El trabajo de scouting que se inició formalmente a mediados del 2020 comenzó a dar sus frutos en todos los peldaños de la estructura campeona del mundo. El desembarco de Pablo Maffeo al equipo mayor parece ser la cuota final de los lineamientos que marcarán el camino de aquí al futuro. Un nuevo paradigma. Ya no son solamente jóvenes talentos de raíces albicelestes a los que se buscará formar en los estamentos juveniles, también están los bautizados europibes, el programa le abre sus puertas a todos los hombres del mundo que quieran vestir la camiseta argentina, podría decirse parafraseando a nuestra Constitución.

Scaloni decidió citar a un futbolista de 26 años que nació en Barcelona con madre argentina y padre italiano. Hizo todas sus etapas de selección con la camiseta de España, pero nunca fue tenido en cuenta para la mayor de ese país. Y el DT, que antes del Mundial había reconocido que lo seguía, decidió sumarlo de cara a los clásicos ante Uruguay y Brasil ante la emergencia en el lateral derecho que tiene las lesiones de Juan Foyth y Gonzalo Montiel.

Es cierto que el defensor del Mallorca no es el primer extranjero que estará en la selección mayor. Inclusive hay ejemplos singulares a lo largo de la historia como el de Gonzalo Higuaín (nació en Francia) o el paraguayo Heriberto Correa Chaparro (1973). No son demasiados los casos tampoco que durante las últimas décadas vistieron los colores celestes y blancos a pesar de haber nacido en otro país. El quiebre definitivo comenzó en el 2020, las historias se extendieron con juveniles de distinta índole, pero Maffeo será el primer profesional con su carrera totalmente hecha, avanzada, en darle una nueva identidad al proceso de scouting.

Jugó en Manchester City, Girona, Stuttgart y Huesca antes del Mallorca. Pasó por la Sub 17 y la Sub 21 de España, pero desde el 2018 no volvió a la órbita del equipo nacional de su país natal. “No es una decisión porque Argentina sea campeón del mundo, sino porque tiene sangre argentina. Eso es lo más importante. Venimos con algunos problemas en los jugadores de ese puesto y Maffeo nos parece una opción interesante. Lo venimos siguiendo desde antes de la Copa América y el Mundial”, explicó su determinación Lionel Scaloni de sumarlo de cara a la doble fecha de Eliminatorias ante Uruguay y Brasil.

El ejemplo emblemático de toda esta camada es el de Alejandro Garnacho, madrileño de madre argentina que emigró a Inglaterra hace unos años y decidió representar los colores maternos. Debutó en la mayor, quedó “blindado” y se convirtió en el ícono de los europibes. Habrá que ver si ahora Maffeo se convierte en el símbolo del nuevo proceso de esos deportistas con la carrera hecha que eligen Argentina por su relación sanguínea.

“El caso de Garnacho, que es el más emblemático, es fundamental porque es un gran jugador. Está en Manchester, la mamá es cordobesa, el papá español, pero él está decidido a jugar con Argentina. Y después está cómo lo tratamos, cómo lo seducimos, por supuesto que la figura de Messi es fundamental y por supuesto que favorece ser campeón del mundo. Pero viene de hace tiempo, los más chicos ven que es una realidad que estamos todos alineados con Scaloni, Mascherano, Aimar y Placente. Saben que en cualquier momento pueden estar en la Mayor. Saben que es un camino pero es una realidad, no estamos diciendo cosas que no van a pasar. Hay una coherencia entre lo que se dice y lo que se hace”, le había explicado a este medio meses atrás Bernardo Romeo, el coordinador de selecciones menores, sobre los pormenores del proceso de scouting que sigue a decenas de posibles citados alrededor del mundo de todas las edades.

Los otros nombres resonantes son los de Nico Paz y Luka Romero, español y mexicano respectivamente según indica su documento de nacimiento. El del Real Madrid, hijo del ex defensor argentino que jugó el Mundial 98, nació en Tenerife pero ya disputó el Sudamericano Sub 20 con la Albiceleste y ahora se unió al plantel de la Sub 23 que realiza una gira por Japón de cara al preolímpico que se desarrollará a comienzos del 2024 con vistas a los Juegos de París del próximo año. “Un honor vestir esta camiseta otra vez”, escribió en su Instagram tras recibir otro llamado desde el combinado nacional.

El delantero del Milan de Italia, hijo del ex Quilmes Diego Romero, nació en México mientras su padre jugaba en ese país, pero creció en España. Es uno los primeros europibes que fue captado cuando lo llamaron para el Sudamericano Sub 15, fue uno de los más destacados de Argentina en el Mundial Sub 20 y en los últimos días compartió una foto mirando a la Sub 17 en la Copa del Mundo de Indonesia para ratificar su lazo argento. “Siempre cuando tengo tiempo vengo a visitar a mi familia. Para mí es lo más importante. Siempre veníamos a pasar las Fiestas. Cada año. Cuando llego acá, siento que es mi casa, toda mi familia es Argentina. La verdad que me siento argentino”, le había dicho a Infobae.

En esa lista de foráneos que sueñan con defender a la selección argentina se puede sumar al brasileño Felipinho, que acaba de firmar su primer contrato con el Preston North End de la segunda de Inglaterra, o a Mateo Sciancalepore, que milita en el Espanyol de su país de nacimiento aunque legalmente es italiano por un tema de documentaciones. Ambos estuvieron en los entrenamientos previos al Mundial Sub 17, pero quedaron afuera del listado final de Diego Placente. Algo similar sucedió con Benjamín Cremaschi, la promesa del Inter Miami que entrenó en el último tiempo para Estados Unidos, pero que fue convocado a fines del 2022 para probarse con la Sub 20 de Javier Mascherano bajo el paraguas de la nacionalidad argentina de su padre, el ex Puma Pablo.

En el mencionado Sudamericano Sub 15 de hace cuatro años, Luka Romero no fue el único extranjero. Compartió plantel con un futbolista que es parte del otro listado que captó el grupo de tareas que comanda Juan Tassi desde Europa: el defensor Thomas Fretes. Nació en Buenos Aires, pero se mudó a San Pablo a los 6 años y milita en el Corinthians de Brasil. No estuvo en las ligas argentinas, pero tuvo su oportunidad de vestir los colores albicelestes a los 15 aunque hasta ahora no volvió a ser parte de otros seleccionados.

Un caso similar ocurrió con los hermanos Carboni. Tanto Valentín (mediocampista, 18 años) como Franco (lateral, 20 años) nacieron en Argentina, se criaron en distintos países de Europa pero retornaron para el 2011 al país. Sin embargo, por el trabajo de entrenador de su padre –Ezequiel– volvieron a marcharse a Italia en el 2019 y terminaron su formación allí. Tentados por la Nazionale, llegaron a estar en la esfera juvenil del seleccionado europeo por contar con la doble nacionalidad pero en el último tiempo ambos se incorporaron a Argentina a través de una citación de Lionel Scaloni e inclusive Valentín portó la 10 de la Sub 20 en el Mundial de este año.

En aquella extensa prelista estuvieron otros chicos que también podrían comparar su historia del arribo con la selección argentina con el por entonces extraño camino que realizó Lionel Messi, en el sentido de haberse criado futbolísticamente fuera de su tierra natal y llegar a la Albiceleste sin haber tocado la primera del país. Matías Soulé es un referente hoy en día de ese proceso: el atacante de 20 años, que se destaca actualmente en el Frosinone, se marchó de la cantera de Vélez hace cuatro temporadas y debutó en Juventus de Italia, aunque él está decidido a representar a Argentina más allá de las ofertas que tiene sobre la mesa del DT Luciano Spalletti. El ex Inferiores River Plate Tiago Geralnik, que a sus 20 años pelea por llegar al plantel mayor del Villarreal tras continuar su proceso juvenil allí, es otro que engrosa la nómina.

El futuro dirá si el arquero cordobés de 17 años Lorenzo Luchino puede encaminarse a la Selección mayor, tras haber sido parte del plantel Sub 17 que clasificó al Mundial de Indonesia en el Sudamericano. Empezó en Estudiantes de Río Cuarto, pero se marchó hace unos años a Europa por el trabajo de su padre y actualmente milita en el Sevilla B de España. Fue suplente en todos los partidos de la juvenil, no llegó a sumar minutos y tampoco fue tenido en cuenta durante el proceso previo a la Copa del Mundo que está en marcha actualmente.

Es cierto que en el pasado hubo casos como estos últimos chicos nacidos en Argentina que hicieron su carrera afuera antes de llegar a la Selección con Messi como lo más emblemático de la historia. Pero no hay que olvidar que algo similar ocurrió con el marplatense Dibu Martínez (se marchó de las Inferiores de Independiente al Arsenal con 16 años tras brillar en un Sudamericano con Argentina) o el arquero santafesino Paulo Gazzaniga, con una carrera íntegramente desarrollada entre Inglaterra y España, que sumó minutos en la Selección en 2018 en el inicio del ciclo Scaloni. También vivió una experiencia parecida Benjamín Garré, que disputó un Sudamericano Sub 17 hace cinco años cuando era parte de las Inferiores del Manchester City aunque finalmente retornó al país para jugar en Racing y Huracán antes de marcharse al fútbol ruso.

Sin embargo, eran casos más bien puntuales, que por rendimiento o alguna especie de sortilegio terminaron desembarcando en el representativo argentino. El presente es distinto: la maquinaria del scouting funciona a la par del rastrillaje a nivel nacional, sin importar si el futbolista es nacido en Argentina o simplemente tiene algún tipo de lazo sanguíneos.

El radar tiene en la órbita los casos más dispares. Juveniles o mayores. Desde el delantero francés Neal Maupay (27 años, Brentford de Inglaterra) al mediocampista español Nico Melamed Ribaudo (22 años, Espanyol). Siguiendo la línea del reciente “caso Maffeo”, todos tienen chances para Scaloni sin importar la edad o el pasado. El objetivo es encontrar a los mejores que puedan vestir la camiseta del país.



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