ECONOMÍA

Ante la turbulencia cambiaria, el ingenio argentino: nació el "dólar intermedio" para operaciones inmobiliarias

Imagen ilustrativa
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Los saltos en el tipo de cambio despertaron las "argentineadas". Las soluciones van desde sacar créditos personales hasta bajar los precios un 8%.

La devaluación obligó a los compradores y vendedores de inmuebles a ingeniárselas para que la turbulencia financiera no les arruine un negocio o una oportunidad de contar con la vivienda propia. La suba del dólar afectó de forma directa a los tomadores de créditos hipotecarios en pesos porque los aleja de la posibilidad de adquirir un bien en dólares; aunque también impactó, de manera colateral, a los vendedores de una propiedad, porque en algunos casos ya tienen que aceptar bajar el precio para destrabar alguna operación. Incluso, afirman en las inmobiliarias, que en ciertos casos ambas partes tuvieron que fijar un valor del dólar intermedio para evitar que la volatilidad se coma la capacidad de compra del crédito.

Las constantes subas en el tipo de cambio desde hace dos meses y medio pegaron fuerte en la cantidad de compras y ventas de propiedades, en especial las que se producen por créditos hipotecarios. Durante el último año y medio crecieron con fuerza la cantidad de préstamos UVA que dan los bancos para las viviendas. En el sector inmobiliario calculan que, hasta antes de la corrida cambiaria, 7 de cada 10 operaciones se realizaban con esos créditos. "Hoy en día representan 2 de cada 10", afirmó en diálogo con TN.com.ar, Alejandro Bennazar, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina.

Pero el impacto no solo fue hacia la cantidad de ventas sino también en los recursos a los que tienen que acudir los compradores y propietarios para evitar que se caiga la operación. Por ejemplo, en el caso de aquella persona que vende su casa para adquirir otra, la caída en la demanda lo obliga a bajar el precio entre 5 y 8 por ciento para atraer posibles interesados.

La coyuntura obliga, también, a ser más ingenioso para poder completar una compra o una venta. En las operaciones en que tanto comprador como vendedor están apurados, se fija de antemano un tipo de cambio en común, una suerte de "dólar ladrillo". Con esto se busca evitar que el tomador de la deuda no pierda tanto poder adquisitivo.

"Es muy común en la Argentina que cuando cambian las reglas se fijen pautas intermedias como un tipo de cambio de referencia, especialmente para los que están 'enganchados' en otra operación", comentó Gabriel Gruber, CEO de Properati, plataforma de búsqueda inmobiliaria.

 

Fuente: TN



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