Un grupo de internos de la cárcel de Orán planeaba escaparse durante los festejos de Año Nuevo, pero sus planes fueron frustrados luego de una requisa.
Durante la misma se secuestraron celulares, cargadores y puntas, aunque lo que más llamó la atención fue un boquete de grandes dimensiones que pretendían mantener oculto.
En la planta alta del edificio carcelario, en el pabellón cinco, había un agujero por el que podía pasar una persona sin ningún inconveniente y que habían intentado ocultar con jabón en pan y papel higiénico.
Según informó Radio Güemes de Orán, en el pabellón donde fue descubierto el boquete se alojan los presos más peligrosos que están imputados por homicidios.