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Inés era la hermana menor y una de las debilidades de Máxima

Inés era la hermana menor y una de las debilidades de Máxima

Sufría depresión y había atravesado problemas de alimentación, que incluso llevaron a que la internaran en una clínica en 2012. De esos inconvenientes siempre trató de protegerla Máxima, que la cuidaba como lo que era: su hermana favorita.

Inés Zorreguieta, que apareció muerta en un departamento de Almagro a los 33 años, sufría depresión y había atravesado problemas de alimentación, que incluso llevaron a que la internaran en una clínica en 2012. De esos inconvenientes siempre trató de protegerla Máxima, que la cuidaba como lo que era: su hermana favorita.

Aunque tenían 13 años de diferencia, cultivaban una relación estrecha. La reina de Holanda era su protectora. Seguía de cerca sus problemas de salud y hasta intentó convencerla en el pasado sin éxito de mudarse a Holanda para tenerla más cerca.

La predilección de la mayor de los hijos de Jorge Zorreguieta y María del Carmen Cerruti Carricart se había reflejado en la elección de Inés como madrina de su hija más joven, Ariane, nacida en 2007 en La Haya.
El secretario de Agricultura en la última dictadura militar ya tenía tres hijos de su matrimonio anterior, con Marta López Gil: María (1956), Ángeles (1958, química) y Dolores (1965, artista). De la segunda pareja, nacieron Máxima (1971), Martín (1972, empresario gastronómico) y Juan (1982, químico). La última en llegar fue Inés, en 1984.

Tenía apenas 17 años cuando Máxima se casó con el entonces príncipe Guillermo en Holanda. En ese acontecimiento, recibió un trato preferencial, siempre cerca de la actual reina consorte de los Países Bajos. Cuentan las crónicas que dejó por un rato sus ropas adolescentes y se ajustó a las vestimentas que exige el protocolo real.En paralelo con sus estudios en un bachillerato bilingüe de Palermo, se perfeccionó en canto y guitarra, una veta artística que cultivó desde chica. El jazz de los años cincuenta, por parte de sus padres, y el rock clásico, legado de sus hermanos, formaron su cancionero, en el que convivían Ella Fitzgerald, The Beatles, The Doors y Jimi Hendrix. Había sacado a relucir su lado más rokero en un festival de nuevos talentos, en un bar porteño en 2014.

Después de terminar el secundario, estudió Psicología en la Universidad de Belgrano, de donde egresó con 9,5 de promedio en 2010. Máxima, que la había visitado cuando terminó el secundario, le ofreció entonces continuar con sus estudios en Holanda. Sin embargo, su hermana declinó la propuesta y, en cambio, aceptó trabajar en la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas, en Panamá. De alguna manera, siguió así los pasos de su hermana mayor, que unos años antes se había desempeñado como economista en la ONU. Allí Inés conoció a un joven argentino, con quien se puso en pareja. La relación se rompió en 2012. Ella decidió volver a la Argentina.La reaparición de trastornos alimenticios y un cuadro depresivo, inconvenientes que ya había experimentado en el pasado, hicieron que su familia la internara en una clínica de Almagro, en 2012.

En 2014 ingresó al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, donde se desempeñó en el ministerio de Desarrollo Social bajo el ala de Carolina Stanley. Sin embargo, en 2016 recibió una designación en el Estado Nacional que levantó polémica: con las firmas de Stanley y Mauricio Macri, se convirtió en directora de Despacho y Mesa de Entradas de la Dirección General de Administración de la Secretaría Ejecutiva del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales de la Presidencia de la Nación. ¿El detalle que despertó el enojo en algunos sectores? La designación fue de carácter transitorio, por 180 días, ya que no cumplía con los requisitos para el puesto.

Un nuevo golpe recibió en agosto de 2017, cuando murió su padre, Jorge, después de una lucha contra la leucemia.
 

Fuente: El Tribuno



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