POLÍTICA

Donald Trump ya es presidente: sorpresa y disgusto por el tono del discurso de apertura

Donald Trump ya es presidente: sorpresa y disgusto por el tono del discurso de apertura

Habló apenas 16 minutos, pero eso alcanzó para que surgieran duras críticas

WASHINGTON.- Donald Trump habló apenas 16 minutos en su discurso inaugural. Pero las reacciones a su discurso, muchas de ellas, de indignación e incredulidad, reflejan que, lejos de apaciguar la polarización social, parece haberla intensificado.

 

"No entiendo cómo puede hablar de "carnicería" de la clase política contra la sociedad. Este hombre quiere enemistar a todo el mundo", saltó Ronald Jones, de la Universidad de Nueva York.

Hubo notables reacciones al discurso, al que se tildó de "nacionalista y populista" con una "visión del país" en una situación que, de acuerdo con Trump, sólo él puede salvarlo.

 

Las frases que más resonaron fueron aquellas en las que pareció echar abajo todo lo anterior -"hoy toma el poder el pueblo"- y el consecuente repudio a la clase política, a la que necesitará para llevar adelante su agenda.

El discurso de Trump hizo enojar a muchos

El discurso de Trump hizo enojar a muchos. Foto: AP

 

"Es un discurso divisivo, muy parecido al que pronunció en la Convención Republicana. Un discurso oscuro, triste, que describe a un Estados Unidos animado por la revancha", dijo Rick Wilson, un analista republicano.

"Esto ha sido una declaración de guerra a Washington", se despachó Craig Shirley, autor de una biografía de Ronald Reagan y analista republicano.

Newt Gingrich, el ex líder de la Cámara de Representantes, no estaba sorprendido. Cuando se le preguntó cómo imaginaba que sería recibido el discurso contestó "con horror".

Trump habló apenas 16 minutos en su discurso de asunción

Trump habló apenas 16 minutos en su discurso de asunción. Foto: AP

"Creo que es el discurso más radical y divisorio que he escuchado en una inauguración", sostuvo Jake Tapper, analista político de la cadena CNN.

Loas demócratas cayeron en picada y mostraron su decepción por el tono de la inauguración. Sobre la hora, varios legisladores que habían anticipado su intención de boicotear la inauguración y no asistir a ella, desistieron de esa actitud y se presentaron.

Otros, sin embargo, mantuvieron la posición y no asistieron.

Lejos de calmar la tensión, las palabras del nuevo presidente parecieron agudizar la tensión en la ciudad, que, una vez concluido el juramento, era escenario de nuevos choques entre la policía y protestantes. Algunas de ellas, dispersadas con violencia. Pasado el mediodía se hablaba de más de 90 detenciones

La Nacion



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