En pleno centro de Salta, mujeres comenzaron a agredirse verbalmente generando disturbios ante las miradas de los transeúntes. Una filmó el intercambio de palabras y el video se volvió viral. 

Todo comenzó por las largas filas que genera el Banco Nación de calle Florida. 

 “Mangas de planeras, vagas, vayan a laburar”, fueron algunos de los insultos que dijeron las trabajadoras de un local de comida saludable a una señora mayor, según una mujer que también estaba esperando en la fila y quien se metió en la discusión.

No está bueno como sociedad acostumbrarse a los malos tratos

“Yo estaba a tres lugares atrás de la señora y veo que salen las dos del local y una la comenzó a insultar diciendo que se baje de la vereda, mientras la otra amagaba pegarle con el palo, no cumplieron el distanciamiento social porque estaban nariz con nariz enfrentándola”, expresó María a LA GACETA.

Señaló que cuando se metió se llevó la peor parte: entre las dos comenzaron a patearla y pegarle con el escobillón. “Me acerqué a decirle pará un poco flaca, cómo vas a tratar así a la señora, la vereda es pública y me dijo “vos que te metes, negra de mierda raja de acá” y me empujó, obvio que yo también me defendí”, enfatizó la mujer.

Cuando se encontraba en el banco realizando la consulta, llegó la policía al lugar y tuvo que ir a la comisaria a realizar la denuncia. Mientras tanto otra de las mujeres, que también estuvo presente en el accionar, grabo un video donde las trabajadoras del local vuelven a insultar aludiendo con “reventarle la cara” porque las estaba filmando.

Así quedó el portón del local en las últimas horas / Imagen gentileza lectores

“No está bueno como sociedad acostumbrarse a los malos tratos. Tampoco podemos dejar que pase de nuevo porque mañana va a haber otra fila y las mujeres van a salir a increpar a las personas mayores nuevamente”, concluyó.

“Ahora tengo que estar con custodia policial porque vienen acá a insultarme y filmarnos”, dijo una trabajadora del local.

Por su parte, una de las trabajadoras del local, que también dialogó con LA GACETA, dijo que son mentiras las versiones que circulan. Aceptó que si bien estuvo mal que la dueña responda insultando, la mujer que filmó les hizo un daño innecesario.

Tengo tres hijos y estoy separada, mi situación ahora es complicada porque publicaron mi cara en todos lados sin antes preguntar

“La mujer esta vino a filmar no sé de donde apareció, pero vino justo en un momento después de una situación que venimos pasando hace cinco días acá; cuidando cuando vienen a hacer la fila, no tenemos ningún problema de que la hagan, pero es un bajón. Tengo que estar todo el tiempo recibiendo insultos, agresiones cuando una le dice que se corran porque justo se ponen en la entrada”, señaló la mujer.

Agregó que en el local pusieron carteles que indicaban que las paredes estaban recién pintadas y no respetaron porque estaban “todas pisadas”. También detalló que todas las mañanas cuando llega al lugar está la vereda sucia.

Cuando estaba trabajando tuvo que salir a barrer porque la dueña le ordenó limpiar debido a que había basura y en ese momento, ella fue a hablar con el gerente del banco para que se acerquen a controlar la fila porque no estaban respetando el distanciamiento social.

“Escuché gritos y era que la habían agarrado a la dueña y le estaban golpeando, yo me acerqué con la escoba porque estaba barriendo, es más la gente me vio que estaba haciendo eso, traté de sacarla a la dueña y después inventaron que las estaba golpeando con la escoba”, enfatizó la empleada.

Expresó que pide perdón el haber reaccionado así y que no justifica la violencia verbal pero que todos los días tienen que estar pasando por la misma situación y fue la misma impotencia de no poder hacer nada.

“Yo me quería ir a mi casa porque ya no quería más problema. Es desgastante que todos los días la dueña venga y me diga a mí que por qué dejo que la gente ensucie. Tengo tres hijos y estoy separada, mi situación ahora es complicada porque publicaron mi cara en todos lados sin antes preguntar”, finalizó.

Ambas mujeres decidieron preservar su identidad para no tener problemas en sus trabajos.