SALUD

La lepra no es hereditaria y se cura con tratamiento ambulatorio

La lepra no es hereditaria y se cura con tratamiento ambulatorio

La posibilidad de contagio de la enfermedad es muy baja y se puede lograr la cura siguiendo un tratamiento diario de entre seis meses y un año de duración, con medicación gratuita.

Cada último domingo de enero, desde 1954, se celebra el Día Mundial contra la Lepra, enfermedad infecciosa no hereditaria, de bajo porcentaje de contagio, curable con tratamiento médico ambulatorio y gratuito.

Se la conoce también como Enfermedad de Hansen, debido a que fue el médico noruego Gerhard Hansen quien, en 1874, descubrió la bacteria que la produce. Su evolución es lenta y afecta a la piel, nervios periféricos, y en ocasiones a las mucosas de las vías respiratorias y órganos internos.

Durante mucho tiempo se sostuvo el mito de que la lepra se contagia de manera inmediata, lo que ocasionaba que las personas que la padecían fueran estigmatizadas, relacionando la enfermedad con un castigo divino y condenándolas al aislamiento social.

Lo cierto es que la lepra es totalmente curable, se la aborda con tratamiento ambulatorio diario y gratuito, que dura entre seis meses y un año, dependiendo de la forma clínica de cada caso.

Para que la lepra se contagie de una persona enferma a una sana, debe haber un contacto directo y prolongado entre ambas, lo que se calcula entre tres y cinco años. Además, el enfermo debe tener la posibilidad de transmitir la enfermedad, condición que se conoce como “bacilífero”, y la persona sana debe ser susceptible a contraerla. Esto hace que sólo un 5% de las personas expuestas se contagie.

Está científicamente demostrado que la lepra no es hereditaria y que la mayoría de las personas poseen resistencia natural a la bacteria que la produce, llamada Mycobacterium leprae. Ello significa que, de padre o madre enfermos, nacen hijos sanos.

La mujer embarazada puede continuar el tratamiento médico durante esa etapa. La mejor protección para el hijo es completar el tratamiento y efectuarse los controles posteriores; igual responsabilidad le cabe al padre, si éste fuera el enfermo.

Signos y síntomas

Se pueden observar manchas en la piel, con disminución o pérdida de la sensibilidad, del vello o de la transpiración; nódulos; engrosamiento de la piel y/o nervios periféricos, con dolor espontáneo o a la compresión; trastorno de la sensibilidad, desde un leve adormecimiento a una falta total de sensibilidad o sensación de anestesia.

Por falta de cuidado o tratamiento oportuno, las heridas pueden infectarse, ocasionando un daño, que con el tiempo producen deformidades y discapacidades que hacen visible la enfermedad.

Se puede presentar una obstrucción nasal persistente, con o sin hemorragia, sin causa justificada.

Prevención y tratamiento

La evolución de la enfermedad es muy lenta. El tiempo medio de incubación es de cinco años, aunque los síntomas pueden tardar hasta 20 años en aparecer.  

La mejor manera de prevenir el contagio es el diagnóstico temprano y el tratamiento de las personas enfermas con lepra. Si no se trata, además de las deformidades y el dolor crónico, el paciente verá comprometido su sistema inmunológico.

Las personas que estuvieron en contacto directo con enfermos sin tratamiento, deben efectuarse control médico y estar atentas a la aparición de síntomas.

Datos epidemiológicos

La enfermedad es milenaria y está presente en países de Asia, América Latina y África. A nivel mundial, en el año 2017 se registraron 211.000 nuevos casos, siendo la India, Brasil e Indonesia los países más afectados.

En la Argentina, la región con más casos es el NEA, siendo las provincias de Formosa, Chaco y Misiones las de mayor prevalencia en el país. En el NOA, las provincias de Santiago del Estero, Tucumán y Salta, le siguen en orden de prevalencia a las anteriores. En la región Centro, se ubica la tercera área endémica, con las provincias de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires y la ciudad autónoma capital del país.

El movimiento migratorio interno hace que provincias no endémicas, como Chubut, Río Negro, Neuquén, San Luis Tierra del Fuego y Mendoza, en los últimos años tengan casos positivos. 

Desde la última década, se detectan entre 300 y 400 nuevos casos de lepra por año en el país. En Salta, en el año 2019 se notificaron 12 casos, los que sumados a los de años anteriores llevan la cifra a 23 pacientes bajo tratamiento en el último año.

Una característica de la enfermedad en la provincia, es que se establece en pacientes que residen o residieron en zona de flujo o de tránsito hacia otros países endémicos como Brasil, Paraguay y Bolivia. 

Fuente de la Información: Ministerio de Salud Pública



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