SOCIEDAD

En cuatro años, seis niños y niñas fueron adoptados por matrimonios gays en Salta

En cuatro años, seis niños y niñas fueron adoptados por matrimonios gays en Salta

Conocé la historia de una pareja que en 2014 adoptó a una niña de cuatro años.

“Cuando Ema llegó a nuestras vidas entendimos que lo que necesitaba era amor y respeto”, cuenta Esteban. Él junto a su compañero Javier adoptaron a la niña en 2014. La pequeña, que en ese momento tenía cuatro años y vivía en un hogar, es una de los seis chicos que fueron adoptados por matrimonios gays en Salta.

Este dato fue confirmado a LA GACETA por Matías Palomo, psicólogo del equipo interdisciplinario de la Secretaría Tutelar donde funciona el Registro de Aspirantes a Guarda dependiente de la Secretaría de Derechos Humanos de la Corte de Justicia. El profesional también contó que dos parejas gays están inscriptos en el organismo a la espera de poder adoptar.

“No existe ningún tipo de impedimento para que las personas gays puedan adoptar. La ley no habla de la orientación sexual de los aspirantes sino de los requisitos que tiene que cumplir cualquier persona o pareja que quiera adoptar, entre ellos su capacidad para criar a un niño o adolescente”, destacó Palomo. “Pensar que los homosexuales no pueden adoptar es una creencia infundada que tiene mucho que ver con la cultura”, destacó.

El amor salva

Esteban y Javier estaban casados desde hace seis años y tenían muchas ganas de adoptar cuando conocieron el caso de Ema, una niña de cuatro años con síndrome de down que vivía en un hogar esperando la oportunidad de tener una familia. Lo hablaron y, con un poco de miedo, presentaron los papeles en el Registro.

“Nuestro miedo tenía que ver con un prejuicio porque pensamos que nos iban a poner trabas por ser una pareja gay pero fue todo lo contrario. Se lo tomaron con total normalidad. Hicimos los trámites junto con muchas otras personas que también querían adoptar a Ema, y a la semana comenzamos con las entrevistas”, cuenta Esteban a LA GACETA.

Al poco tiempo, el juez les informó que su carpeta había sido seleccionada y dio la autorización para que la conozcan. “Sabíamos que ella tenía problemas motrices y que a sus cuatro años caminaba muy poco y agarrada de la mano. Nos habían contado que era una niña tímida y apática, sin embargo nuestro primer contacto con ella fue increíble. Nos abrazó apenas nos vio”, recuerda.

La visitaron todos los días durante una semana hasta que Ema se mudó con ellos. Juntos comenzaron un proceso de adaptación y descubrimiento que les cambió la vida. Ella se largó a caminar sola y se integró a la Escuela Tai. Sus papás aprendieron la lección más importante: el amor salva.

“Ema es una luchadora que se aferró a la vida con todas sus fuerzas. Es una niña que da mucho amor y que necesita recibirlo para su progreso. Le hacía falta el cariño de una familia”, recalca Esteban. “A nosotros nos cambió la vida por completo. Con ella pasamos todas las etapas, hubo días difíciles, de llorar y de no saber qué hacer, pero después siempre vino la calma. Entendimos que mientras tengamos la capacidad de respetarla y aceptarla, todo lo demás se va acomodando”, reflexiona un papá orgulloso de su hija.

"Queremos formar nuestra familia"

"Nosotros soñamos con ser papás", confiesan Ernesto y Pablo, quienes a fin de año planean casarse y en 2019 iniciar con los trámites de adopción de un niño o una niña. Ellos quieren ser padres pero especialmente quieren brindarle un contexto de amor a su futuro hijo. "Queremos formar una familia como cualquier pareja que se ama", destaca Ernesto. 

Se sienten preparados para enfrentar el camino de la paternidad, juntos, sin importar la edad que tenga el pequeño que llegue a sus vida. "Sabemos que los niños que están en estado de adoptabilidad son mayores de cuatro años y no tenemos prejuicios con la edad. Creemos que ellos merecen amor y la oportunidad de tener vivir en n contexto que los ayude crecer en libertad", enfatiza el joven de 25 años. 

"Tenemos muchas esperanzas y creemos que no vamos a tener impedimentos cuando empecemos los trámites para adoptar", agrega Pablo, quien años atrás pensó en ser papá soltero pero decidió esperar un tiempo. Poco después conoció Ernesto. "Si logramos hacerlo podremos a ayudar a que todos nos veamos como pares", finaliza.

28 niños salteños esperan ser adoptados

Desde la incorporación de Salta a la Red Nacional de Registro de Postulantes a la Adopción en 2014, en la provincia 123 niños, niñas y adolescentes encontraron familia. Actualmente 28 están en estado de adoptabilidad, de los cuales 14 entraron en la convocatoria pública. Todos tienen más de 10 años, tienen alguna discapacidad, son grupos de hermanos o bien tienen las tres características.

Por otro lado, hay sólo 25 carpetas de aspirantes a guarda, que es el paso previa a la adopción. “Es un número muy reducido. Necesitamos aumentar la cantidad de inscriptos para evitar que los chicos entren en la convocatoria pública porque eso significa que la búsqueda es nacional y en caso de conseguirles una familia quizás sea en otra provincia. Lo ideal es que los niños y adolescentes se queden a vivir en la provincia. El trámite es accesible”, manifestó Palomo.

La mayoría de los chicos que están en estado de adoptabilidad y que viven en hogares fueron apartados de sus familias biológicas por negligencia de sus padres, en muchos casos adictos a las drogas, también por maltratos y abusos. “No tenemos niños cuyas madres fueron víctimas de femicidio porque siempre se quedan bajo el cuidado de algún familiar directo tampoco huérfanos, es decir que no tienen papá ni mamá. Hubo dos casos de bebés que fueron abandonados en la vía pública. Por otro lado, alrededor del 25% de los casos son chicos cuyos padres los entregaron para que sean adoptados”, finalizó.

 

 

Fuente: La Gaceta



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