Una salteña grabó la conversación que tuvo con una enfermera cuando le estaba avisando que su papá había fallecido por COVID-19. Ocurrió en el hospital de Tartagal, donde le negaron la transfusión de plasma por ser mayor. Denuncia que el resultado del hisopado tampoco les llegó.

Verónica, es hija del fallecido y trabaja en el hospital, pero aun así su papá murió. En su cuenta de Facebook relató la situación por la que tuvo que pasar durante varios días para exigir un plasma que nunca llegó.

“Mi padre Toribio Figueroa el jueves 20 de agosto comenzó con la dificultad respiratoria (con saturación de 62%), a las horas 14 deciden internarlo en observación y le administraron oxigeno (por mascara), a pesar de estar con oxígeno me llamo para avisarme que le faltaba el aire y también que se había terminado el oxígeno y nadie se había percatado de eso, por lo que tuve que ir a informar lo que sucedía”, comienza contando Verónica.

Que continúa expresando que el sábado lo trasladaron a sala de aislamiento 1, donde continuaba con dificultad respiratoria y oxígeno, y el domingo ya estaba en la sala covid crítico. “A partir de ese momento empecé a solicitar la transfusión de plasma, ya que mi padre no tenía ninguna enfermedad de base”, señaló.

El martes Verónica, luego de insistir para que le pasaran la historia clínica de su papá, se entera que había fallecido. Cuenta que uno de los doctores le respondió que la última unidad de plasma se le administro a un paciente de 42 años porque “debía priorizar a los pacientes más jóvenes”.

“Con mucho dolor pienso que le negaron la posibilidad de vivir porque no era un hombre con un apellido reconocido en la ciudad o porque no era un político”, concluyó el posteo.