JUSTICIA

Julio De Vido, a indagatoria por gastar 14 millones de dólares en equipos audiovisuales

Julio De Vido, a indagatoria por gastar 14 millones de dólares en equipos audiovisuales

El exministro K adquirió aparatos muy costosos que los cedió a la Universidad de San Martín. Deberá declarar ante Claudio Bonadio el próximo 23 de mayo.

El juez federal Claudio Bonadio citó a indagatoria para el próximo 23 de mayo al exministro de Planificación Julio De Vido, en una causa en la que se investiga si se pagaron sobreprecios en la compra de equipos tecnológicos para producir contenidos audiovisuales digitales para la Universidad de San Martín (Unsam).

El exfuncionario está detenido desde octubre de 2017 en la cárcel de Marcos Paz por la causa en la que se investigan supuestas irregularidades en las obras de remodelación de la mina de carbón de Río Turbio.En la causa se investiga si la Universidad Nacional de San Martín ordenó la construcción de un laboratorio de medios y compró equipamiento tecnológico por sumas superiores al promedio. Las indagatorias también alcanzan el ex funcionario de Planificación Luis Alberto Vitullo, el exrector de Unsam Carlos Ruta y directivos de las firmas Sistema de Video Comunicación SA y Urban Baires.

Cómo funciona el sistema millonario adquirido por De Vido

En octubre de 2016 el programa de Jorge Lanata, Periodismo para todos, destapó el caso. Un informe reveló que durante 12 años se distribuyeron más de 14 millones de dólares en un sistema de efectos visuales digno de Hollywood.

El sofisticado aparataje de efectos que vendió la empresa británica Vicon terminó siendo usado por productoras privadas entre las que está la de Mauricio Brunetti, un kirchnerista devenido en productor de televisión. De Vido, hasta el momento, nunca explicó nada sobre la adquisición de este material único en el mundo. Tampoco dio explicaciones sobre por qué decidió darle a la UNSAM y no al INCAA este complejo sistema audiovisual.

El llamado Motion Capture (MoCap) es un complejo andamiaje de aparatos que se usa en producciones de cientos de millones de dólares. La trilogía de El Hobbit es un ejemplo de lo que se puede hacer con él. Costó 14 millones de dólares y todos sus elementos se ubicaron en un galpón de 290 metros cuadrados que se convirtió en el más grande de Latinoamérica.

 

Fuente: TN



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