Cerca de 70 familias salteñas alquilan sus propiedades a turistas a través de plataformas digitales, como Airbnb, que funcionan en todo el mundo garantizando confianza y buen servicio. La mayoría de ellas están preocupadas por un proyecto de Ley que busca la creación de un registro de propiedades destinadas a hospedaje turístico temporario, que se aprobó con modificaciones en la Cámara de Senadores y en 2017 volvió a Diputados para su tratamiento.

El proyecto establece que la inscripción al registro de propiedades destinadas a hospedaje turístico temporario será obligatoria y la autoridad que controlará su aplicación será el Ministerio de Cultura, Turismo y Deportes.

El artículo N° 6 se refiere especialmente a la inscripción. “Deberán solicitar la registración del inmueble a través de un formulario que tendrá carácter de declaración jurada. La autoridad de aplicación mediante resolución determinará cuáles son los requisitos y documentación que deben presentar junto a la solicitud de registro”, expresa la reglamentación. Sin embargo no está claro cuáles serán esos requisitos y eso angustia a los anfitriones.

Los anfitriones no están en contra del potencial Registro, al contrario, quisieran anotarse pero necesitan que los requisitos para ser parte del mismo estén claros de entrada y que, especialmente, sean accesibles para ellos que trabajan como anfitriones desde hace años.

“Tenemos más dudas que certezas. Realmente nos parece una excelente idea la creación del Registro porque representa más seguridad para nosotros a la hora de laburar, pero estaría buenísimo que sea un registro contemplativo y que los requisitos sean acordes a lo que tenemos y venimos trabajando”, explicó a LA GACETA, Majo Liendro, integrante del Club de Anfitriones, una organización que reúne a salteños que reciben a huéspedes en sus casas o departamentos. “"Preferimos reglas más claras y sencillas, que puedan ser cumplidas por personas normales"”, enfatizó.

El Club está integrado por 70 anfitriones, que se reúnen periódicamente para compartir experiencias, tips de hospitalidad y organizarse. Además están organizando una caminata por sus barrios para conocer restaurantes, bares, librerías, entre otros espacios, conectarse con sus dueños y armar una guía de lugares recomendados por anfitriones.

“Hay mucho prejuicio entorno a nuestra actividad. Dicen que tenemos hoteles encubiertos, sin medidas de seguridad, cuando en realidad es todo lo contrario. Para ser parte de AIirbnb, por ejemplo, llenamos un formulario muy exhaustivo y lo más importante es la evaluación que los huéspedes hacen de nuestro servicio en la plataforma. Es un trabajo transparente que muchos desconocen”, enfatizó la joven anfitriona.

Fuente: La Gaceta