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Por un medidor comunitario, vecinos de Limache pagan más de $1.000 por el agua

Por un medidor comunitario, vecinos de Limache pagan más de $1.000 por el agua

Los habitantes de un edificio deben dividirse el monto total del servicio en partes iguales, más allá del consumo particular de cada uno. La facturación se les cuadriplicó en tan solo seis meses.

Vecinos del barrio Limache denuncian la instalación de un medidor de agua que los obliga a dividir el consumo en partes iguales entre todos los habitantes de un edificio. Una jubilada que vive sola y una familia con cinco hijos pagan el mismo monto.

Desde Aguas del Norte se informó que los medidores suelen instalarse en edificios nuevos. Sin embargo, en este inmueble, que tiene más de 20 años, sin explicación se colocó el aparato para medir el consumo hace seis meses.

Los habitantes denuncian que pagan más por el agua que por la luz. La boleta casi se les cuadriplicó y reclaman una solución urgente, ya que más de la mitad de los vecinos son jubilados o pensionados que tienen un ingreso de no más de 7 mil pesos mensuales. Además, el aparato se rompió y sufrió pérdidas durante un mes, sin embargo la facturación continúa llegando y con incrementos.

Los vecinos del block 45 de la etapa 10 del barrio de zona sur se unieron en búsqueda de un objetivo: que se les quite el medidor de agua. Desde que instalaron el aparato el monto de las facturas fue incrementándose, junto con las quejas.

"Aguas del Norte me tomó el reclamo, pero a otros no. Nos dijeron que nosotros deberíamos arreglar entre los vecinos. Mirá si voy a ir a tocar puerta por puerta para decirle a los vecinos que dividamos", se quejó Teresa Jorge con su boleta en la mano. Es jubilada, vive sola y está pagando más de $1.000 de agua y poco más de $200 de luz. "Ni lavarropas tengo porque se me rompió y no pude arreglarlo, así que lavo a mano", contó.

Más de la mitad dice ser pensionado o jubilado, con ingresos de hasta $7 mil, por lo que este incremento les representa una significativa proporción del dinero con el que cuentan para vivir durante el mes.

La instalación, además, trajo problemas en el suministro del agua. "Encima por momentos no tenemos agua, o tenemos poca presión. Por esto se nos rompió una de las bombas", relató apenado Jorge. "Nos van a romper las cañerías", agregó una de las vecinas.

El medidor no diferencia los consumos y, según cuentan los vecinos, perdió agua hace un mes y desde aquel momento no funciona. Esto no fue impedimento para que al barrio llegara una nueva facturación, con aumentos.

"Un operario rompió el medidor cuando vinieron a ver por los reclamos, y quedó tirando agua durante un mes. Ya no pierde agua, pero tampoco funciona. No sé cómo hicieron para calcular la última boleta " cuestionó Jorge. "Si tenés esto así cobrás, como mucho, el mínimo. O de lo contrario no cobrás", dijo, molesta, Teresa.

Los vecinos ya acudieron a Defensa del Consumidor, donde les informaron que el medidor no puede estar habilitado en las condiciones actuales. Les suministraron formularios para avanzar con el reclamo y pedir una audiencia entre las partes.

La respuesta de Aguas del Norte

Andrés Vuckserakovic, gerente comercial de Aguas del Norte, explicó a El Tribuno cómo es el funcionamiento de los medidores.
Aclaró que no estaba enterado de lo ocurrido en el inmueble de Limache, que tiene 22 años. Aseguró que actualmente no están realizando instalaciones de medidores salvo en edificios nuevos. 
“Se pone el medidor en construcciones nuevas, así lo exige el marco regulatorio, en industrias, o usuarios con actividad comercial. Suele hacerse en la zona centro, donde los consorcios se encargan de hacer un prorrateo entre las unidades funcionales a través de las expensas”, informó el gerente.
Los equipos particulares irían solamente cuando hay conexiones privadas, como en las casas o en algunos edificios que, según indicó, son una minoría. 
Sistemas de facturación
“Tenemos dos sistemas: por facturación y medido. Facturación es el cálculo en base a la cantidad de metros cuadrados y la zona. El medido, en cambio, es cuando hay un consumo real en base al medidor, ya no estimado; y que en este caso es prorrateado”, aseguró Vuckserakovic.
Aseveró que la estimación “puede resultar injusta” y que lo más ecuánime es cobrar de acuerdo al consumo real. Adelantó además que “la idea es que todos sean medidos”, pero que eso demanda una gran inversión. 

 

Fuente: El Tribuno Salta



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