INSÓLITO

Cada vez que llueve, la vereda de su casa se transforma en un río

Cada vez que llueve, la vereda de su casa se transforma en un río

Toribia Cruz vive en barrio Costa Azul. Tiene 88 años y problemas de movilidad: le prometieron mejorar su calle pero no cumplieron.

Cada vez que llueve la calle que pasa por frente de la casa de Toribia Cruz se convierte en un río.

Toribia tiene 88 años y hace más de 20 que vive en el barrio Costa Azul en la zona oeste alta de la ciudad de Salta. Un problema en la columna le impide desplazarse con normalidad y su movilidad es muy reducida.

En junio del año pasado los vecinos de la barriada de la zona oeste recibieron la visita de funcionarios municipales, que prometieron que a los pocos meses la anciana tendría su calle pavimentada y podría aunque sea cruzar sin problemas al kiosco del frente de su casa.

Al cabo de varios meses Toribia sigue esperando el asfalto o aunque sea algún avance en la obra prometida.

Calles socavadas

El problema que tiene Toribia es el mismo que tienen los vecinos que viven en las casas ubicadas a lo largo de la calle Rómulo Sarapura, la principal arteria del barrio Costa Azul.

Esta calle es el acceso principal al barrio pero transitar por allí se muy dificultoso debido a que está socavada. Un gran pozo en uno de sus laterales recorre todas las cuadras y es un verdadero peligro para quienes circulan por allí.

La calle Rómulo Sarapura. Foto LA GACETA

Las lluvias hacen que la situación sea aun peor y los vecinos ya no saben qué hacer para que los escuchen.

Soluciones circunstanciales

“Los arreglos no duran ni dos lluvias”, afirmó decepcionado Andrés Marcial, dirigente barrial de la zona oeste alta, quien comentó que hace unos cuatro meses tiraron ripio en algunas de las calles pero no hubo soluciones definitivas a la situación del barrio.

Según contó Marcial todo el ripio que  tiraron sobre las calles del barrio fue a parar al canal de villa Asunción, ya que por la inclinación de la zona el agua se lleva para allí todo lo que encuentra a su paso.

Pese a estar a solo ocho cuadras del Centro Cívico de barrio Grand Bourg, la situación de estos vecinos no mejora demasiado con el paso del tiempo.

Oscar Luis Retamal vive hace más de 30 años sobre la calle Rómulo Sarapura y contó que “el barrio mejora por tiempos” y que hasta hace algunos años juntaban plata entre todos y contrataban una máquina para que mejore las calles del barrio.

Oscar muestra la entrada al barrio Costa Azul. Foto LA GACETA

Pero la difícil situación económica hizo que costear por sus propios medios el mantenimiento del espacio público sea casi imposible.

En el barrio hay cuatro calles que están en bajada y todas se encuentran en mal estado. Según el testimonio de los vecinos, las autoridades municipales que los visitaron les prometieron pavimentar al menos dos de ellas y colocar cinta asfáltica sobre algunos de los pasajes más complicados.

Los vecinos reconocen que “es un peligro” la situación de esas calles ya que “cada vez va socavando más el agua”.

La visita de los funcionarios que quedó solo en promesas. Foto vecinos de Costa Azul

Un playón abandonado

Uno de los pocos espacios de uso público recreativo en el barrio es un playón deportivo. El mismo es también un espacio de contención para los chicos del barrio pero al mismo tiempo es un peligro.

No solo es peligroso el acceso lleno de malezas sino también su utilización, ya que tiene cuatro reflectores en desuso y sostenido por una débil estructura a punto de ceder.

En cualquier momento las luces sin funcionamiento podrían caer sobre alguno de los chicos y jóvenes que utilizan el lugar para jugar al fútbol.

Andrés muestra el estado actual del playón deportivo. Foto LA GACETA

 Marcial contó que ya pidió varias veces el desmalezado y hace más de un mes que se comprometieron a ir a limpiarlo desde el gobierno municipal pero aún siguen esperando.

A esto hay que sumar que no es el único espacio público que se ha transformado en baldío.

La plaza a medio construir

El anteaño pasado se inauguró una plaza en un espacio que antes era un inmenso baldío. Pese a que los vecinos ven con buenos ojos la realización de esta obra, piden que se complete la misma.

La plaza del barrio con el baldío de fondo. Foto LA GACETA

Solo una cuarta parte del espacio fue modificada a través de la realización de una obra que contempló la colocación de bancos y mesas además de la construcción de una vereda.

Pero detrás de la plaza crecieron las malezas y esta zona se ha convertida en un lugar peligroso para cualquiera que vaya a la plaza.

Para completar la obra los vecinos solicitan que se construya un Centro Integrador Comunitario y un tanque de agua que pueda abastecer a la zona.

El sueño más grande es que este sea un pulmón verde que beneficie a toda la zona oeste alta.

Fuente de la Información: La Gaceta



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