El lunes a la madrugada, Belén de 18 años subió a un auto en donde había al menos tres personas más. En ese momento comenzó una verdadera pesadilla para ella.
Según relataron fuentes policiales a partir de lo que les dijo la víctima, al subir al auto uno de los jóvenes que viajaba allí la tomó del cuello y comenzó a ahorcarla. Belén intentó defenderse pero poco pudo hacer cuando los atacantes se valieron de un cordón para dejarla sin aire.
Hasta ese momento llegan sus recuerdos. A partir de ahí perdió el conocimiento y lo recobró horas después cuando se vio golpeada y tirada en un descampado de la zona. Varios golpes en el rostro la dejaron desfigurada, marcas en el cuello indican que fue ahorcada con un cordón y signos de haber sido abusada, son algunas de las secuelas físicas con las que quedó Belén.
A pesar de la violencia desmedida con la que fue tratada esa madrugada, la joven pudo ponerse de pie luego del ataque y dirigirse hacia una casa lindante al inmenso descampado donde fue abandona y que separa los barrios El Bosque y Santa Ana. Allí fue socorrida por una familia vecina que logró comunicarse con la familia e internada de urgencia.
Los agresores
Al recuperar el conocimiento, la víctima pudo dar detalles de lo sucedido y además identificar con nombre y apellido a los causantes de tamaña aberración.
Dos de ellos están detenidos y un tercero está siendo buscado por la Policía, según confirmaron las fuentes.
El martes Agustín Balmaceda fue hallado en la casa de unos familiares que viven en Güemes e inmediatamente detenido y llevado a la Alcaidía Judicial.
Al otro día, escondido en su casa fue detenido M.M., menor de edad, pero con un largo prontuario delictivo.
Según se supo por la investigación policial, no es la primera vez que el adolescente es detenido y ya pasó algunos días en el Centro de Atención a Jóvenes en conflicto con la ley, que está situado en barrio Castañares.
Se estima que al menos un joven más habría participado de las agresiones hacia Belén y en este momento es intensamente buscado por la fuerza de seguridad.
El problema de la inseguridad
Una deuda pendiente de las autoridades con este barrio es el tema de la seguridad. Hace varios años que los vecinos piden respuestas sobre la situación del descampado donde se repiten los hechos de inseguridad y nadie los escucha.
LA GACETA realizó un informe periodístico marcando esta situación a través de los testimonios de vecinos de la zona, que ya advertían sobre estos hechos y la peligrosidad del lugar.
En este sentido, los efectivos de la Sub Comisaría de barrio Santa Ana poco pueden hacer ante lo extensa que es su jurisdicción.
Ocho barrios son los que abarca esta jurisdicción y solo cuentan con un móvil policial para patrullar el lugar pero cada dos o tres horas; el resto del tiempo la zona está desprotegida.
Cómo está el barrio
Al conocerse lo que le pasó a Belén, los vecinos de los barrios Santa Ana II y III estallaron de bronca e indignación.
En las redes sociales se viralizaron los rostros de los causantes del hecho y la cara de Belén en mensajes que le enviaban fuerzas para una pronta recuperación.
A través de Facebook se convocó una marcha el martes a la noche y con velas encendidas recorrieron las calles del barrio. Al mediodía del miércoles, la movilización se trasladó a barrio Pinares.
Si bien, el ambiente había estado bastante caldeado el martes, la policía informó que en las últimas horas no hubo incidentes pese a que el miércoles al mediodía algunos vecinos quisieron atacar la casa donde vive la familia de uno de los agresores.
“Ahora el barrio está tranquilo porque se actuó rápido” comentó una fuente policial.
Fuente: La Gaceta