La detención de una banda de narcopolicías –acusados de integrar una asociación ilícita que comercializaba y concentraba la venta de drogas en la zona oeste de la ciudad- caló hondo en las áreas de seguridad. Se removió a la cúpula de la División de Drogas Peligrosas y la Agencia Antidrogas. Cecilia Martínez, directora de esa área, se refirió al desafío de brindar transparencia en una investigación que involucra a efectivos de la fuerza y la credibilidad de la web de denuncias anónimas.
“Teníamos conocimiento de lo que pasó y desde la Agencia hemos tratado de ver quiénes eran los efectivos denunciados. Con tantas cuestiones que se dicen acerca de que se direccionan las denuncias (anónimas de vecinos), siempre las fiscalías correspondientes se encargan de darle transparencia al sistema”, dijo en diálogo con LA GACETA y señaló que el caso es complejo porque involucra a efectivos de la fuerza. Sin embargo asumió que el fiscal de la investigación “sabe cuándo entra la denuncia al sistema y advierte estas situaciones. Así se llegó a los ocho policías”, señaló. En la investigación penal iniciada en contra de los acusados se supo que los vecinos ya habían denunciado el accionar de la banda.
El caso quedó a cargo del fiscal penal y éste acudió a una fuerza federal para llevar adelante los operativos que concluyeron con la detención de ocho efectivos de Drogas Peligrosas, la pareja y el hijo de uno de ellos. Consultada sobre este punto, Martínez aseguró que “cuando hay policías involucrados, la denuncia no se la pasa a los sectores de investigación por razones obvias. Es necesario que trabajen otras fuerzas, y así se detectó lo que pasaba”.
La directora de la Agencia Antidrogas aseguró que el desafío de su gestión es trabajar y brindar las transparencias ante las denuncias que ingresan y las investigaciones que inician. En ese sentido, “las denuncias por la web son controladas por el fiscal porque él es el director de la investigación”, recalcó sobre la transparencia del sistema.
El microtráfico movió media tonelada de drogas en 10 meses
Según datos oficiales de la Agencia, en los últimos 10 meses secuestraron más de media toneladas de drogas en Salta y detuvieron a 500 traficantes. La estadística contempla las denuncias ingresadas por microtráfico vía web, llamados al Sistema de Emergencias 911, patrullajes y controles vehiculares en varios puntos de la provincia.
Este año secuestraron más de 400 kilos de marihuana y 170 de cocaína, los que equivalen a más de dos millones de dosis. Por las denuncias y operativos hay 700 investigaciones iniciadas o con una medida judicial ordenada.
El negocio de los transas: los jóvenes
Cecilia Martínez se refirió al mapa de la droga en la capital salteña y señaló a las villas como las zonas más vulnerables, los principales puntos de consumo y distribución. Las zonas sudeste y oeste emergen como las más afectadas.
El negocio de los transas carcome las familias y crece a costa de los jóvenes. “Se aprovechan de ellos, muchos necesitan un trabajo porque provienen de familias humildes y les ofrecen dinero a cambio de distribuirla (droga) o bien sustancias porque saben que son personas con problemas de adicción. Mantienen el negocio a costa de ellos”, lamentó.
Alta Tensión, Tarcos y Villa Chartas son las barriadas con más operativos por denuncias en la zona oeste. Los dealers seducen a jóvenes con droga o dinero. Villa Lavalle, El Sol y Lavalle son otras zonas problemáticas en la ciudad.
Pero desde la Agencia se observa el crecimiento de casos en la zona centro. La Balcarce, corredor nocturno del norte argentino, es polo de contacto peligroso entre jóvenes, alcohol y drogas.
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